PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENTE

Cómo funciona la psicología para niños y adolescentes
La infancia y adolescencia es un periodo sensible de desarrollo en el que nuestras hijas e hijos van a ir alcanzando una serie de hitos evolutivos. En estos hitos, es normal que nos encontremos con situaciones que pueden ser desafiantes, complejas, o que no sabemos cómo abordar como padres.
Las sesiones de psicoterapia infantil están dirigidas tanto a dotar a los niños y adolescentes de herramientas para afrontar estos desafíos, como a asesorar, informar y ayudar a los padres que seáis capaces de acompañarles y gestionar estos cambios de la mejor forma posible. Terapeuta y familia formaremos un equipo para acompañaros en su crecimiento.
Cuando debo llevar a mi hijo a terapia
Como sucede en el caso de los adultos, a veces sentimos reticencia antes de acudir a la consulta de un psicólogo, pensando que llevar a nuestro hijo/a, equivale a ponerle una etiqueta. En realidad, muchas situaciones a lo largo de su crecimiento pueden suponer un desafío, y por lo tanto aprender a manejar estas situaciones puede revertir positivamente en toda la familia.
Muchas de estas situaciones son experiencias evolutivas universales, como las rabietas o los miedos infantiles, y otras, como la depresión o el acoso escolar, son circunstancias frecuentes que se dan en nuestro día a día. Por lo tanto, una detección e intervención rápida siempre será más efectiva que dejar que el problema persista, o esperar a que se solucione con el paso del tiempo.
Dicho esto, puede ser útil que reconozcas algunas alteraciones del comportamiento que puede presentar tu hijo/a, y que pueden ser significativas, e indicar que ahora mismo, algo no va bien en su entorno. Por ejemplo, si detectas que está más apático, abandona actividades que solía realizar, muestra desinterés por todo, está más irritable o cansado, o ha perdido apetito.
También si lo encuentras más impulsivo, enfadado o nervioso de lo habitual. Si expresa preocupaciones, miedos, o detectas que trata de evitar lugares o situaciones con frecuencia. O si notas que le cuesta conciliar el sueño, que busca más el apego y la protección de sus padres, o que habitualmente se queja de molestias y dolores sin estar enfermo.
Cómo podemos ayudarte
No nos gustan las etiquetas, ni creemos en un enfoque terapeutico basado en las patologías y los diagnósticos cerrados. Sin embargo, estas son algunas de las causas más comunes por las que los pequeños pueden acudir a terapia:
Problemas de conducta
Las conductas disruptivas (desde las simples rabietas de un niño hasta la conducta desafiante de un adolescente) pueden generar mucho malestar en el ámbito doméstico. Es esencial abordar las causas, así como entrenar a los padres en el manejo de herramientas de modificación de conducta, que impidan que estas conductas se perpetúen y normalicen.
Trastorno del Espectro Autista
El trastorno del espectro autista (TEA) es un problema relacionado con el desarrollo. Al tratarse de un espectro, su impacto en el niño puede ser más o menos significativo, alterando capacidades como la comunicación, las habilidades sociales, el lenguaje o el aprendizaje. El diagnóstico y la estimulación tempranas son fundamentales en estos casos.
Miedos infantiles
Los miedos forman parte del desarrollo normal del niño. Se presentan en rangos de edad concretos, conforme van evolucionando sus capacidades cognitivas. En estos casos, hablamos de miedos evolutivos: algunos de los más frecuentes son a la oscuridad, a los fantasmas, o a los desconocidos.
Los miedos pueden precisar un acompañamiento, y recursos como los cuentos nos son muy útiles para calmar y ayudar a los niños a superarlos. No obstante, debemos recordar que son normales, y parte de su proceso de crecimiento.
Fobias y ansiedad
A diferencia de los miedos evolutivos, las fobias se producen por un aprendizaje, en la que el niño detecta algo amenazante que lo hace reaccionar con ansiedad.
Las fobias pueden ser en circunstancias específicas (en presencia de un animal, o al separarse de sus padres) pero a medida que crecemos, nuestra capacidad para anticipar eventos amenazantes va sofisticándose, y de esta forma los adolescentes pueden sufrir ansiedad por eventos vitales hipotéticos, como nos sucede a los adultos. Aunque cada caso es único, hay que identificar los disparadores que activan las sensaciones de ansiedad: miedo al rechazo por parte de los demás, expectativas de rendimiento en los exámenes, u otros factores de la vida de la persona, para atajar de raíz el origen de la ansiedad.
Depresión infantil
La depresión no es un problema exclusivo de la edad adulta. En niños y adolescentes, es frecuente que se presenten síntomas de irritabilidad e irascibilidad que enmascaren un problema de estado de ánimo. La depresión puede tener desencadenantes en eventos vitales o situaciones esté atravesando el menor, que hay que explorar para individualizar el tratamiento.
Dificultades de aprendizaje
Las dificultades de aprendizaje son problemas que afectan a algunas aptitudes o capacidades del menor, y que pueden ser específicas (discalculia, dislexia, disgrafía) o formar parte de un problema asociado. En nuestra experiencia, es esencial trabajar tanto con el niño como en coordinación con la escuela para lograr resultados óptimos.
TDAH
El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se refiere a un conjunto de problemas que se dan de forma sostenida, a lo largo de todo el desarrollo, y en todos los contextos, provocando un déficit en la capacidad del niño de autorregularse: es decir, impulsividad, exceso de actividad e inatención, generando tanto problemas de conducta como dificultades de aprendizaje.
Control de esfínteres
Desde la consulta solemos trabajar el control de esfínteres: es un problema frecuente, en el cual algunos niños tienen dificultades temporalmente para hacer sus necesidades, produciéndose pérdidas espontáneas. El trabajo en equipo con la familia es esencial para solucionarlo y para que el niño viva este proceso sin que afecte a su autoestima.
Acoso escolar
El acoso escolar es un problema en el cual desgraciadamente, muchos niños se ven inmersos hoy en día. Las descalificaciones, burlas y otras conductas despectivas hacia el niño pueden generar un tremendo daño psicológico, a corto y largo plazo. Es preciso detectarlo y coordinarnos tanto con la familia como con el centro educativo para frenarlo.
Desregulación emocional y autolesiones
La desregulación emocional es un problema en el cual vivimos las emociones con excesiva intensidad. En este marco, algunas conductas pueden hacernos sentir un alivio temporal, pero convertirse en un problema a largo plazo, como por ejemplo el consumo de drogas, alcohol, o el hacernos daño a nosotros mismos (autolesiones).
Adicciones
Las conductas adictivas o el consumo de estupefacientes pueden cumplir la función de evadirte de la realidad, pero solo estamos generando un problema nuevo para combatir un problema anterior. Es esencial a la causa de por qué hemos incorporado esas conductas, y atajarla de raíz.
Asesoramiento a padres
El trabajo con los menores es imprescindible, pero en la mayoría de ocasiones (especialmente en el caso de los más pequeños) la intervención de las familias es igualmente esencial. En la consulta podemos vernos para hablar de cómo actuar, qué hacer, y en definitiva como acompañar de la mejor manera a vuestro hijo/a en este momento de su desarrollo.
Preguntas frecuentes
1. ¿Cómo funciona la psicología infantil y adolescente?
En la primera sesión, realizamos una entrevista con los padres, para comenzar la evaluación. En la siguiente visita, comenzamos la evaluación con el menor, para identificar los objetivos que vamos a trabajar en terapia.
2. ¿Cada cuánto tiempo debo acudir a consulta?
La frecuencia es algo que tu terapeuta consensuará contigo según tu motivo de consulta y tu disponibilidad para acudir. Para que la terapia sea eficaz es importante que la frecuencia sea mayor al inicio, y se vaya espaciando posteriormente.
3. ¿Cuál es la duración de las sesiones?
Las sesiones tienen una duración de 55 minutos.
4. ¿Cuál es el coste de las sesiones?
En el caso de terapia infantil, el coste es de 50€ por sesión. En de terapia para adolescentes, el coste de las sesiones es de 60€.
5. ¿Cuánto tiempo dura la terapia?
La duración de una terapia psicológica depende de diferentes factores y no es igual para todos los casos, pero no es un proceso indefinido, sino que en periodo razonable debemos haber visto resultados.
6. ¿Qué terapeuta me atenderá?
Cuando te pones en contacto, te preguntaremos sobre tu motivo de consulta y algunos detalles sobre ti, para designarte al profesional más adecuado para ti, o asesorarte sin compromiso.

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